Domingo otra vez, demasiado rápido pasa el tiempo cuando queda poco para empezar el cole...
Por supuesto, tocaba misa, esta vez con cantante más hippie que cowboy (por lo que veo traen a uno distinto cada semana... Sabéis quien canta la semana que viene? Mi madre jajaja La pienso grabar todo el rato)
Hoy tocó empezar con el sermón, en el que el pastor hizo referencia a las estudiantes de intercambio (no me preguntéis por qué, eran las nueve de la mañana, nos habíamos ido a la cama a las doce, y aún por encima hablaban en inglés). Primero hizo amago de decir algo en español, y luego en alemán. Luego, directamente nos mencionó, y todo el mundo mirándonos...
Hoy aprovechamos para coger algo de la mesa de comida. Donuts, agua, zumos, galletitas... Incluso había unos abanicos monísimos de cartón que había que devolver al final de la misa.
Cuando acabó, tocaba ir a comer ( eso sí, a las doce de la mañana la "comidita").
Normalmente no comen tan pronto... Bueno sí. Aquí desayunan, comen a las doce, luego a las cuatro, y luego depende del día, cenan. Paulina y yo hacemos el desayuno y una comida a las tres.
El caso es que este día comimos a las doce, y creedme que todos lo hubieseis hecho.
Fuimos a un restaurante que se llamaba Golden Corral. Al entrar, como en todos los sitios de self service, coges tu bebida, pagas por la comida y luego te sientas y coges lo que quieras. Hasta aquí todo normal, pero en cuanto doblamos la esquina donde se pagaba, Paulina y yo nos quedamos boquiabiertas.
Resulta que el restaurante, era una especia de ultrarestaurante con comidas de todo el mundo, que se dividían en zonas. Es decir, había una zona italiana, una mexicana, una texana...
Toda la comida que quisieses estaba allí! El caso es que yo me limité a comer pizza porque el resto tampoco me hacía mucha gracia (soy muy rara para la comida, una persona normal hubiese engordado cinco quilos.
Y bueno, después de la pizza, tocaba el postre! Yo sólo os digo que había una fuente de chocolate, fresitas incluídas al lado. Había todo tipo de tartas, cupcakes, YYY una máquina para hacer helado. La mayoría de la gente cogía el típico cono de barquillo para echar el helado dentro... Pauli y yo cogimos un plato.
Y claro, luego para echar encima del helado, tenían lacasitos, gominolas... una pasada.
Vale, ahora como siempre, las fotos.
Esta es mi iglesia jaja
Esta es Katie mayor, la chica que conocí el día del lago.
Este es el "pabellón" al que van los niños pequeños, quizás el primer día, con la emoción, lo vi más grande de lo que era...
Esta es la mesa con las comidas, ya casi vacía.