Hola! Esta semana ha sido bastante normalita, así que no os esperéis una entrada larguísima, porque no tengo muchas cosas que contar.
En el colegio y la con la familia todo igual de bien.
El otro día me olvidé el lunch en casa, y Carol me vino a traer sin nisiquiera pedírselo... Un amor!
También nos contaron que aquí, a parte del típico simulacro anti-incendios, también tienen simulacros anti-tiroteos, donde los niños practican donde refugiarse en caso de que hubiese uno... Porque al parecer son frecuentes (no pasan todas las semanas, pero me refiero que son más frecuentes que en España).
De hecho, Carol me contó que en casa tienen una especie de palabra clave, que dicen cuando sienten que hay alguien en casa. Si las niñas oyen esta palabra, tienen que meterse en el armario o debajo de la cama, tienen que estar absolutamente quietas y calladas y no separarse por nada del mundo. Esto es por si entrase un ladrón en casa, y se diese el caso de tener que dispararle, saber dónde están las niñas, porque los rifles son tan potentes que atraviesan paredes.
Yo personalmente me cagué muchísimo cuando me lo contaron... Nos dijeron que pronto haríamos un simulacro así en casa...
El jueves creo que fue, Ray abrió la puerta de la parte trasera de la propiedad y una vaca se escapó.
Era de noche, y Ray entró en casa corriendo, diciendo que necesitaba nuestra ayuda. Paulina estaba en el baño, yo fui pitando a ponerme los zapatos. Cuando salí, Carol estaba corriendo hacia un lado y Ray hacia otro. Yo no sabía qué hacer, pero estaba asustada, porque no sabía qué había pasado... La cosa esque de repente oigo a Carol gritando a alguien (más bien algo). En cuanto llego a la esquina de la casa, veo a Carol chillando a una vaca potente (no estaba famélica ni mucho menos) con unos bonitos y grandes cuernos, a unos metros de ella. Carol estaba intentando espantarla para que fuese a la parte trasera de la propiedad, donde tiene que estar. Me recordó cuando yo daba de comer a mis perros, que cuando acababan les decía: "a casa, vamos", pero en este caso en vez de un perro de 50 kilos como mucho, con una vaca de 500... la cosa es que la vaca empezó a moverse un poco, y os juro que yo me veía aplastada por la vaca o clavada a uno de los cuernos. Ni me podía mover del miedo (soy bastante miedicas, pero era imponente el bicho...) Bueno, la cosa es que no hubo forma de moverla esa noche, así que lo hicieron la mañana siguiente cuando yo no estaba, una pena!
Este viernes volvimos a tener partido en casa, así que también tuvimos Pep Rally. El tema era ir de rosa, así que hasta mis uñas eran rosas!
Que cómo fue el partido? Me imagino que ya os imaginareis que perdimos, ahora la cosa es saber por cuánto!
La mayoría no sabréis cómo van los puntos en fútbol americano, o al menos yo no lo sabía, pero no hay que tener un máster para saber que si quedamos 42-0, como sucedió, es porque somos malos... jajaja
Aún así yo me lo paso genial con mis amigos. Después nos volvimos a ir a cenar. Esta vez fuimos a McDonalds, y fue súper divertido!
Pero lo más divertido fue ayer! Tuvimos un partido de volley por la mañana. Perdimos.
Luego, nos fuimos en el coche de la madre de una amiga, que nos iba a llevar a Austin a la casa del terror.
Primero fuimos a un centro comercial gigante, donde comimos y fuimos un poquito de compras (yo me compré una colonia de vainilla enorme para poder rociarme después de Athletics, y unos calcetines largos de muchos colores, que voy a tener que llevar esta semana al cole, ya os explicaré por qué).
Después fuimos a Austin, a la casa del terror.
Eran tres casas con ambientes distintos. Yo no sé cómo hice para pasar por las tres... "De terror" es poco!
La decoración ya era realista de por sí, pero es que luego había cada cinco metros un monstruo, que a veces ni veías venir de lo oscuro que estaba, y te aparecía a diez centímetros de tu cara...
Éramos cuatro chicas, yo iba con Daniella, y Paulina iba con Cande. Al principio íbamos agarradas de la mano, súper inocentes. Pero en el primer segundo en la estúpida casa, ya me puse a chillar como una loca, y me cagué. Al poco, entramos en una especie de vagón de tren que se movía muchísimo, y cuando se abrió la puerta para pasar a la siguiente sala, me encuentro una habitación enorme en la que no veías nada. Me entró tal pánico que me quedé plantada diciendo que ni de coña iba yo de primera. Entonces resulta que dejamos pasar a los que iban detrás de nosotras y luego Cande fue la primera, yo de segunda, Paulina de tercer y Daniella de última. Estábamos tan asustadas que no sólo íbamos agarradas a la de delante, si no a la de delante de la de delante. Os podeis imaginar cómo andábamos... Como patos, tal cual!
La primera casa duró 15 horribles minutos, pero la segunda fue más corta.
La cosa es que la tercera, era la casa de la tortura, como una especie de laberinto, y ahí yo casi muero.
Íbamos nosotras solas, sin nadie delante ni de detrás, lo que significa que los bichiños tenían todo el tiempo del mundo para perseguirnos hasta llegar al siguiente. Mis amigas estaban gritando y riéndose, pasándoselo bien... yo decidí usar psicología conmigo misma y pensar: Sara, no grites, porque si gritas saben que tienes miedo, y si saben que tienes miedo, van a quedarse mirándote más aún. Así que excepto cuando me daban grandes sustos, yo estaba callada como una tumba, intentando no mirar mucho a los cadáveres sangrientos colgados por todas partes.
La cosa es que mi gran y eficaz psicología, falló en un momento. La cosa es que a parte de mi psicología interna, tenía un método bastante efectivo también: donde quiera que hubiese un monstruo, yo arrastraba a mis tres amigas a la pared del lado opuesto.
Pero resulta que hubo una vez que había un monstruo de estos en el pasillo, y luego había un cuerpo colgando. Yo vi como otro monstruo llegó y se puso detrás del cuerpo. Los pasillos eran muy estrechos, así que aunque me pegase a la pared, estaba MUY cerca del puñetero bicho, pero ya si había dos bichos, era imposible no tener que pasar por en medio.
Entonces me quedé paralizada de miedo, diciéndole a mi amiga: "Cande, hay otro monstruo detrás de eso colgando". Pero claro, había que avanzar, así que hice lo que pude para mover mis piernas... Unos de los peores momentos en mi vida... Os lo juro, qué horror!
Más tarde, un tipiño vino corriendo hacia nosotras y nos asustó. No se cómo, apareció una segunda vez delante de nosotras y nos volvió a asustar. Pero es que resulta que la tercera, el pobre hombre no tuvo tanta suerte. Cometió el terrible error de decidir escurrirse por debajo de la pared y asustarnos. Entonces en esto que yo miro al suelo y veo una cosa negra moviéndose... Y mi reacción fue darle una patada y salir corriendo. Ahora que lo pienso, el chaval se deberá estar acordando de mí, y cagándose en todo, pero es que yop no lo hice a posta, ni sabía que era una persona... jajaj
Y bueno, otro susto grande fue cuando entramos en una especie de habitación que se movía, y que tenía el ruido de un tiroteo, y de repente entra un tipo con una motosierra con un ruido altísimo... A mí casi me da un infarto, os juro que chillé como si la motosierra fuese de verdad y me estuviesen cortando en dos...
Cuando llegué a casa, a Ray se le ocurrió la brillante idea de esperar detrás de la puerta, con todas las luces apagadas y sólo una encendida detrás de el (de forma que sólo podía ver su contorno) y los brazos levantados como un monstruo, para asustarme. No sé cómo narices no desperté a las niñas con mi chillido, o Carol con el chillido que le pegó a él por haberme asustado (porque al parecer lo llevaba planeando un rato largo).
Hoy he estado todo el día en casa también, porque aún no tenemos iglesia nueva (creo que os conté que nos fuimos de la anterior...)
Así que esta ha sido mi semana. Ya os contaré qué tal esta semana de Halloween, que me vuelvo a tener que disfrazar cada día!